Soy la única que puede guardar en la memoria sentimientos. Mi lente es un ojo que capta afecto, aunque también me ha tocado captar sonrisas de melancolía, como cuando mamá dijo “Sé feliz, te irá excelente, estoy orgullosa de ti” y empezamos una nueva travesía.
He sentido esa nostalgia en sus sonrisas cuando en la fiesta de graduación, foto tras foto, trataba de tomar los mejores ángulos de los amigos de vida que ya no estarán más en un aula, pero que la vida les tiene preparadas algunas sorpresas.